HOLBOX

 

Un verdadero paraíso de tranquilidad y relajación

Entre el mar Caribe y el golfo de México, Holbox, que significa “agujero negro” en maya,

 es una isla de 40 kilómetros que se ubica dentro de Yum Balam, un área de

 Protección de Flora y Fauna que da la sensación de ser una isla totalmente aislada del

 resto del mundo, (sin autos, calles pavimentadas ni edificios grandes) sin embargo,

 cuenta con servicios y amenidades que ofrecen una estadía cómoda y placentera a las parejas

 y grupos de amigos que deciden visitar este paraíso del Caribe Mexicano.

Para llegar a Holbox desde Cancún es necesario trasladarse en carretera al puerto de Chiquilá,

 un pequeño pueblito que es donde se encuentran los ferries y las lanchas que cruzan 

a los viajeros hacia la isla. El traslado de Chiquilá a Holbox toma tan sólo 20 minutos.. Una de las 

Una de las  actividades imperdibles cuando se 

está en Holbox es realizar el tour de

 avistamiento y nado con

 tiburones ballena, los cuales visitan cada 

año las aguas de la isla entre los 

meses de mayo a septiembre. Estos 

inofensivos peces gigantes alcanzan los 

14 mts y llegan a pesar hasta 15 toneladas;

 además llegan a vivir hasta 100 años.

En adición a nadar con tiburones ballena, los visitantes pueden realizar una excursión al cenote Yalahau, que de acuerdo a la leyenda, es “la fuente de la eterna juventud”. El cenote es uno de los puntos que se visitan en el Tour de las Tres Islas, al igual que Isla Pájaros, que es hogar de más de 150 especies y aves entre las que destacan los flamingos rosados, que se pueden observar entre los meses de abril a octubre; y la pequeña Isla Pasión, que es ideal para disfrutar de la playa por sus cayos y suave oleaje

.

Otra de las experiencias únicas que Holbox ofrece es la bioluminiscencia, 

un fenómeno natural que producen los microorganismos que irradian luz brillante,

 color turquesa, cuando hay movimiento en el mar. La bioluminiscencia se puede

 disfrutar durante todo el año pero se observa mejor de abril a agosto, que es 

cuando las aguas están un poco más frías. Los mejores lugares para observar

 este fenómeno son las playas que se localizan lejos de las luces de la ciudad:

 Punta Cocos y Punta Mosquito.
Para apreciar la bioluminiscencia es necesario adentrarse en el mar, 

ya que las luces de la isla pueden dificultar su observación. Si quieres llevar 

esta experiencia al siguiente nivel, entonces te recomendamos reservar una

 tour en kayak con alguno de los prestadores certificados de la isla.

Qué hacer

Isla Holbox cuenta con una amplia variedad de restaurantes y bares.

 Algunos de los hoteles boutique más lujosos cuentan con restaurantes 

dentro de sus instalaciones, los cuales ofrecen platillos de cocina mexicana

 e internacional; mientras que los lugares más “casuales” (pintorescos

 restaurantes de techos de palapa, donde tendrás tus pies sobre la arena) 

se ubican frente a la playa o a unas cuantas cuadras del centro y suelen 

ofrecer tacos, mariscos y la especialidad local, la pizza de langosta. 

Para el postre, no dejes pasar la oportunidad de probar una marquesita

 que es parecida a una crepa pero enrollada y rellena de ingredientes 

como queso de bola, crema de avellanas, entre otros. En la Plaza 

Principal encontrarás varios carritos que las venden.

Los coloridos murales adornan las casas de madera y palapas; vale la pena 

tomarse el tiempo de admirar el arte callejero mientras andas en bicicleta o de 

compras por la Plaza Principal. Una de las actividades imperdibles cuando 

se está en Holbox es realizar el tour de avistamiento y nado con tiburones

 ballena, los cuales visitan cada año las aguas de la isla entre los meses de

 mayo a septiembre. Estos inofensivos peces gigantes alcanzan los 14 mts y 

llegan a pesar hasta 15 toneladas; además llegan a vivir hasta 100 años.